domingo, 1 de junio de 2014

Auto-evaluación












A.B.


 Esfuerzo y frustración es lo que me ha exigido D.A.I. 2. He tenido algún que otro altibajo, pero que al final he intentado mejorarlo. Al principio, al utilizar los alambres me sentía un poco tímida, de ahí a que no me salieran unos modelos puros y limpios. Esto se debió a que no interioricé bien los movimientos, el espacio que albergaba mi cuerpo al moverse, y una vez mentalizada de esto los modelos mejoraron. Con la parte que me he sentido más a gusto y cómoda ha sido con la parte sensorial, interpretar sobre el papel lo que palpamos con nuestras manos: texturas, grosores, durezas, zonas más húmedas,... Posteriormente, cuando pasamos al punto de geometrizar, mis primeros dibujos no fueron muy bueno, ya que no fui muy rigurosa, pero en los siguientes dibujos, eso cambió. A la hora de buscar espacios en nuestros modelos tuve algún que otro problemilla, por eso empecé haciendo bocetos, para más adelante recrear esos espacios habitables con los que me quede contenta con varios de los que hice, ya que hay profundidad, se diferencia lo que está por detrás de lo que está por delante. Y sin duda alguna, la parte más complicada del curso ha sido la última, la de recrear espacios habitable a partir de secciones. Esta parte me supuso un gran esfuerzo mental ya que no sabía como reflejar lo que quería en el papel (A&B), puesto que no había profundidad, no se diferenciaban los planes, pero sin embargo, mejoré en los siguientes, ya que se  diferencian los planos, las diferentes texturas de los diversos materiales,... 
Y bueno, lo que he aprendido de esta asignatura es que: la arquitectura puede nacer de cualquier cosa, simplemente hay que buscar un proceso de análisis, para llegar a encontrar arquitectura en esa pieza que nos ha parecido tan interesante e inspiradora.