En primer lugar he observado detenidamente el modelo que tenía enfrente. He intentando centrarme en captar las luces y las sombras que se podían apreciar en el modelo. Comencé a pintar sobre el papel las zonas claras, donde abundaba la luz. Posteriormente fui introduciendo gamas más oscuras para plasmar las zonas donde se encontraban las sombras.
Al comparar mi dibujo con el modelo vi que existía una pequeña relación entre ambos. Todavía me faltaba por plasmar otros factores como: la transparencia, el viento,... Pero el hecho de ver que existía una semejanza entre ambas cosas, hizo que me percatase de que había dado un gran paso y que había que seguir trabajando, probando, experimentando y arriesgando.
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